La Universidad de Córdoba descubre que estiliza sus raíces para captar mejor los fertilizantes.
El biocarbón es un material similar al carbón vegetal convencional en aspecto y prioridades, pero que tiene unas capacidades añadidas interesantes para la comunidad científica. Se puede emplear para la captura de CO2, que de otra manera terminaría en la atmósfera contribuyendo al efecto invernadero. Además, su uso, combinado con fertilizantes, puede modificar las propiedades del terreno.
Un equipo de la Universidad de Córdoba (UCO) ha observado ahora cómo ayuda al trigo a captar mejor los nutrientes de los abonos. La planta adapta sus raíces, las estiliza, para absorber mejor los elementos necesarios para su crecimiento, en especial el nitrógeno. En ese sentido, el biocarbón ( también conocido como biochar) actúa igual par el trigo duro (Trititum durum) como lo haría un aparato de gimnasio para una persona que realiza ejercicio físico. Le obliga a esforzarse y a desarrollar sus raíces para lograr mejoras.
Tipos de biocarbón
Para describir estas modificaciones, investigadores del departamento de Botánica,Ecología y Fisiología Vegetal de la UCO emplearon dos tipos de biocarbón ( procedente de paja y de poda de olivo) con cultivos de trigo, tanto en laboratorio como en el campo. Aplicaron diferentes dosis de la enmienda al terreno y, a continuación, tres niveles diferenciados de fertilizantes para el cereal ( una combinación de nitrógeno, fósforo y potasio empleada de forma habitual).
Conforme se añadía biocarbón, la planta estaba dispuesta a absorber los nutrientes, fundamentalmente el nitrógeno. De esta manera, se consiguió incrementar la producción en torno a un 25 % tanto en condiciones controladas en cámaras de cultivo como en terrenos agrícolas. Los resultados han sido publicados recientemente en la revista científica “Plan and Soil”.
Fuente: Exco. Periódico del campo.
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